Emma Thompson: ¡quiérete mujer!

¡Pero qué bien lo ha hecho Emma Thompson! No puedo más que aplaudirla, en serio. Aprovechar un escenario como La Berninale para enviar a medio mundo un mensaje de autoaceptación me ha encantado. Y es que, sí, hablamos mucho de body positive y de mujeres reales, pero ¿quién supera en realidad la prueba del espejo?. Estoy segura que la mayoría de nosotras no, ¿verdad?

Esa prueba del espejo, el mirarse sin apartar la vista y observarse es un ejercicio duro para todas, no solo para  las que tienen un cuerpo “no normativo” (aunque para mí la única norma es estar bien consigo misma). Delgadas, altas, chicas curvy, bajitas, jóvenes, mayores… sea el momento de la vida en la que nos encontremos, siempre tendemos a sacarnos los fallos. Y eso hacemos cuando nos observamos frente al espejo: fijarnos en lo menos bueno en lugar de en las fortalezas. En cierto modo, nos autosaboteamos, no empatizamos (cuando tanto hablamos de empatizar con los demás) con quienes somos.

Derechos de imagen Vanitatis

Me han encantado las palabras de Emma Thompson, ese “A las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Es un hecho” y “Sólo acércate a un espejo sin moverte, quítate la ropa y no te muevas. Acéptate, acéptate y no te juzgues. Es lo más difícil que he tenido que hacer nunca..”. Digo me ha encantado porque ha puesto voz a algo que nos ocurre a todas las mujeres en mayor o menor medida. Porque revela la mala relación que tenemos con nosotras mismas. Entramos en competición con la sociedad desde la más tierna infancia, pasando la mayoría por un infierno cuando llegamos a la adolescencia y sentimos esa necesidad de pertenencia a un grupo, a un grupo que se parezca a lo que vemos en redes sociales, que sea un grupo “de los buenos”, donde no sentirnos señaladas por llevar gafas o tener poco pelo o tener piernas “de palillo” o un busto grueso.

Así las cosas, somos nosotras mismas las que tenemos que autoaceptarnos, pero no con pena o tristeza. Mirarnos viendo quienes somos en realidad. Al fin y al cabo un cuerpo es un alojamiento, un refugio que nos tiene que durar a ser posible muchos años y en el que debemos sentirnos a gusto porque es único, porque es nuestro, porque nos pertenece. Somos más que piel, hueso y músculos. Somos seres, somos personas, somos increíbles. De verdad.

Así que me uno a Emma Thompson y os digo ¡quiérete mujer!. Cuando te mires al espejo mírate bien, en conjunto, sabiendo quién eres, lo que vales.

PD1: hay otra cosa que me ha encantado en su aparición. La maravillosa americana brilli en color rosa, ¡divina!

PD2: seguro que ya has visto su intervención pero por si acaso, aquí tienes el discurso de la actriz.

PD3: Derechos de imagen > Vanitatis

 

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