Para qué sirve un cortavientos

Tanto si lo llamas cortavientos como si lo llamas rompevientos, de lo que hablamos es de un tipo de chaqueta fina cuya función, evidentemente, es protegernos del viento, de sus ráfagas y hasta del despeine que nos puede conllevar. 

¿Son todos los cortavientos iguales?

Nooo! De hecho los hay «laborales», los hay para correr y luego están nuestras chaquetas cortavientos divertidos, que además de abrigarte, le dan #coloralavida. 

La función en todos los casos es de hacer «barrera» entre nuestro cuerpo y el aire: es decir, frena la salida de nuestro calor corporal hacia afuera y a su vez, frena la entrada de aire.

Pero un cortavientos no es exactamente una prenda de abrigo, de hecho, son ligeros y amplios (lo cual facilita nuestros movimientos) y nos permiten ir más o menos abrigadas debajo. 

Casi todos los modelos tienen cierre de cremallera, bolsillos (ideal para tener el móvil a mano) y capucha (por eso lo que te comentaba que son «antidespeine» si nos sorprende una racha de viento). También apropiados para un corto desplazamiento en moto incluso en verano a primera hora de la mañana o cuando comienzan a refrescar las temperaturas, teniendo en cuenta eso sí que no es una prenda protectora en caso de caída: de lo único que protegen es del viento :). 

Los cortavientos no tienen la misma función impermeable que un chubasquero, pero sí que tienen una gran ventaja: al ser ligeros, ocupan muy poco espacio doblados en el bolso si, terminado el vendaval o si suben las temperaturas, quieres guardarlo. Al revés igual: si sabes que vas a ir a una zona ventosa (algunas localidades costeras o poblaciones son más propensas a las corrientes de aire), puedes llevarlo dobladito en tu bolso y sacarlo en caso necesario. 

Nuestros cortavientos ya sabes, van en nuestra línea de ropa divertida, como muestra… ¡un botón!