Whatsapp, ¿un rollo o una oportunidad?

Ayer el bueno de Mark revolucionó las redes sociales (más de 426.000 tweets en unas pocas horas, miles de comentarios en Facebook, muchos «esto qué es»…) con la última actualización de Whatsapp, WhatsApp «estados» o «stories»; en realidad lo que Mark Zuckerberg (dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp) es justamente aproximar más a esta última a lo que él entiende como red social. En pocas horas hemos leído un montón de quejas sobre esta actualización, pero hemos querido «diseccionar» el asunto y al final nos hemos hecho esta pregunta:

WhatsApp, ¿un rollo o una oportunidad?»

Comencemos con las opciones para el ciudadano » de a pie»: es muy probable que no quieras que todos tus contactos vean tus actualizaciones de estado: ni tu suegra, ni tu jefe, ni tu ex (o sí…). La solución es fácil (entretenida, eso sí, si guardas en tu smartphone un montón de contactos como nosotros): ve a la pestaña de «estados» -al lado de «chats»- , fíjate en los tres puntitos de la derecha, pincha y accede a «privacidad de estados». Ahí es donde podrás elegir entre tres opciones, ¿quién puede ver tus actualizaciones de estado?:

• Mis contactos, es decir, todos los contactos que ya tengas en WhatsApp más los nuevos que vayas añadiendo.
• Mis contactos, excepto… > aquí WhatsApp te ofrece la posibilidad de excluir a ciertos contactos (esa suegra o ese jefe que mencionábamos antes…).
• Solo compartir con… aquí en lugar de excluir, indicas quién puede ver tus actualizaciones de estado.

Sí, puede parecer un poco rollo, pero a nosotros (con más de 900 contactos en nuestro smartphone), no nos tomó más de cinco minutos elegir y poner a punto la opción elegida. Otras opciones es decidir no compartir «estados», que no es algo obligatorio en absoluto o repetir el mismo mensaje cada 24 horas o pasarte a Telegram por ejemplo…

Ahora veamos las opciones cuando tu teléfono móvil es una de tus vías de trabajo o es un número de empresa:

WhatsApp, ¿un rollo o una oportunidad?

Como decíamos al principio, tanto Facebook, como Instagram y WhatsApp pertenecen al mismo dueño, Mark Zuckerberg, por lo que la intención de esta última actualización es la de tenernos más conectados aún y de hacer crecer WhatsApp como red social. Algo que en realidad ya lo estaba siendo, con los grupos o las listas de difusión, donde muchos de nosotros enviábamos ofertas, eventos, etc.

Ahora tenemos ante nosotros otra arma de venta o difusión, porque si lo analizamos bien, con esta última actualización de WhatsApp, podemos:

• Llegar a esas personas que sí tienen WhatsApp, pero que no tienen perfil en Facebook ni utilizan Instagram, ni Pinterest, ni Twitter, ni Tumblr. Sí, creednos, esas personas existen, tienen smartphone y también compran.
• Difundir una oferta por un tiempo limitado: los nuevos «estados» de WhatsApp son como las stories de Instagram o de Facebook: caducan a las 24h. de su publicación. Por lo tanto, podemos «acelerar» la voluntad de comprar (o descargar un ebook, o suscribirse a una newletter, o apuntarse a un curso de yoga), con la premura de que lo que estamos contando es efímero y caduca a las pocas horas.
• Difundir a un target más objetivo nuestros mensajes: es posible que tu página de Facebook tenga un montón de fans, pero muchos de ellos no interactuan, no dan likes y no comparten. Si en tu teléfono tienes contactos a nivel empresa (clientes, potenciales clientes que te pidieron en su día un presupuesto, el amigo de ese cliente que un día te pidió el teléfono pero que no culminó su compra, etc.), hablamos de contactos que muy posiblemente hayan mostrado interés hacia tu empresa y que por lo tanto tienen cierta predisposición a la compra de tu producto o servicio.
• Permite difundir contenido visual, y creednos, a los usuarios les gusta consumir este tipo de contenidos, es más proclive a dedicar unos segundos a un vídeo corto que a una imagen con texto…

Esperamos que este post os ayude a aprovechar empresarialmente la nueva actualización de WhatsApp; solo hay que tener cuidado en elegir bien las opciones de privacidad  y evitar actualizar un estado que pueda influir negativamente en la reputación de la empresa.