Si algo bueno tiene esta época tan complicada, es la de tener tiempo para ver pelis y series como la de Madam C.J. Walker, «Una mujer hecha a sí misma», disponible en Netflix.
Ayer vimos esta mini serie de 4 capítulos y 45 minutos de duración de un tirón. Aquí va nuestra opinión.
La primera millonaria hecha a sí misma en EEUU
Y por eso Madam C.J. Walker aparece en el Libro Guiness de los récords. Pero antes de llegar hasta aquí, e intentando no hacer mucho spoiler, vamos a contaros un poco el argumento de la serie «Una mujer hecha a sí misma».
Self Made (el nombre de la serie en inglés), es una serie basada en hechos reales que nos habla de sueños y de cómo perseverar sin decaer, pese a las dificultades, hasta conseguirlos.
Ahora que el mundo actual está atravesando un momento muy difícil, complicado, lleno de incertidumbre; ahora que quizás algunos de vuestros sueños se están viendo truncados o aplazados, «Una mujer hecha a sí misma» nos envía un mensaje de fuerza y coraje, nos invita a seguir luchando.
La vida de Madam C.J Walker
Sarah Breedlove (interpretada por la magnífica Octavia Spencer) nació en Luisiana en el año 1867, muy poco después de que se aboliera la esclavitud en Estados Unidos. Se quedó huérfana, sufrió maltrato y con solo 14 años se casó y marchó a San Luis (Missuri). Muy pronto fue madre de A’ Lelia, su hija, y abandonada y despreciada por su marido.
Sarah trabaja como lavandera en casa, lavando la ropa de los más pudientes. El estrés, la ansiedad, la depresión (cuánto nos suenan estas cosas hoy en día, ¿verdad?), la habían llevado a perder mucho cabello. Un buen día llama a su puerta Annie Malone quien, al verla, le ofrece su tratamiento «crecepelo» a cambio de sus servicios domésticos. Y ese remedio funciona.
Después de algunos acontecimientos (no os vamos a desvelar todo :)), Sarah idea un nuevo crecepelo que consigue maravillas tanto con su cabello como en el de todas las mujeres de color, necesitadas de productos específicos.
Su ambición crece y el desprecio que le han profesado tanto su ex marido como Annie le hacen perseguir su sueño: crear toda una línea de cuidado del cabello, una red de vendedoras y de peluquerías por todo el país. Cuenta con el apoyo (aunque como veremos después…) de su segundo marido, Charles Joseph Walker (interpretado por Blair Underwood) , publicista y de quién tomó el apellido para difundir su línea de belleza.
Destacamos también la figura de su hija, A’Lelia, alegre, valiente, atrevida y que le importa poco la opinión de los demás.
Sarah, Madam C.J. Walker, es una mujer fuerte. Una mujer que arriesga. Y consigue su sueño. Eso sí, no sin antes pasar por toda suerte de inconvenientes, envidias y traiciones.
Argumentos de fondo
Si bien a partir del tercer capítulo podemos encontrar connotaciones telenovelescas, hay algunos argumentos de fondo que nos hacen recomendaros esta serie, Self Made, «Una mujer hecha a sí misma»:
- El empoderamiento femenino.
- La desigualdad entre hombres y mujeres (que aún perdura).
- La lucha frente al patriarcado.
- Las relaciones LGTB (sí, ¡aparecen en la serie!).
- Cómo el hombre se siente infravalorado si una mujer triunfa.
- La lucha por seguir adelante.
- La envidia que produce el éxito de los demás.
- No infravalorarse nunca.
Momentos top de Self Made
Hay algunas partes de la serie que nos han gustado especialmente por las connotaciones de fondo que implican:
- El desprecio de Annie hacia Sarah, dejándole claro que no da el perfil para convertirse en su comercial debido a su aspecto físico. (No nos gusta el desprecio, nos gusta cómo se visibiliza el problema).
- El esfuerzo de Sarah (ya «convertida» en Madam C.J. Walker) por difundir el mensaje que su línea de productos para el cabello es para todas las mujeres. Algo así como el lema mujeres reales que se transmite hoy en día.
- El consejo que le da el mismísimo Rockefeller a Madam C.J. Walker (no os vamos a decir cuál ni cómo lo lleva a la práctica…).
- La visión de una Nueva York abierta al mundo ya a principios del siglo XX.
Lo que no nos ha gustado de «Una mujer hecha a sí misma».
- No se deja ver en ninguno de los capítulos el carácter filantrópico de Madam C.J. Walker: lo fue, tanto ella como su hija (solo se indica al final de la serie).
- Se han novelado en demasía ciertos aspectos, no siendo fieles a la vida real. Por ejemplo, la rivalidad entre Annie (que también triunfó en el mundo de los productos de belleza) no fue tanto por el color de la piel ni fue tan intensa como nos hacen ver en la serie.
- Hay saltos temporales que no están muy bien definido y debemos esforzarnos por situarnos.
- Algunos diálogos son flojitos.
Opinión final
Nos ha gustado. Nos ha llegado ese mensaje de «sigue adelante» pese a los inconvenientes. Es un chute de fuerza que hoy en día necesitamos más que nunca. Así que si tienes tiempo (y tienes Netflix), no te quedes sin ver «Una mujer hecha a sí misma«, la historia novelada de Madam C.J. Walker.
¡Nos leemos en el próximo post? En granadademoda.com estamos abiertos a tus sugerencias :). ¡Hasta pronto!
Ai talla XL?
Hola! De qué artículo?